Salimos desde Calañas, pasando por Cerro de Andévalo, San Telmo, Aroche y finalizando en Cortegana, unos 75 kilómetros aproximadamente. La ruta empezó bien y hasta llegar a San Telmo llevamos buen ritmo, sin sentir dolores en las piernas ni ningún tipo de molestias. Aunque hay que decir que ésta era la parte más fácil de la etapa. A partir de aquí, empezamos la subida que nos llevaría a Aroche, por pista y a pleno sol. De 13:00H. a 16:00H, 33 kilómetros pedaleando en pleno mes de Agosto por la sierra de Huelva, para colmo de males dosificando agua. A falta de un kilómetro del pueblo paramos a un todoterreno para preguntar si faltaba mucho hasta Aroche y pedir agua, de hecho, esa botella de dos litros de agua caliente que nos dieron creo que fué el agua más buena que jamás bebimos mi hermano y yo. Conseguimos llegar a Aroche y paramos en el primer bar que encontramos, esperabamos refrescarnos y comernos el bocadillo de jamón más grande del mundo... pero en lugar de eso... bocadillo de cuatro lonchas de jamón en dos rebanadas secas de pan de pueblo. No había otra cosa.
En este momento nos dimos cuenta que se nos había olvidado disfrutar de la ruta, razón primordial por la que hacíamos esta transandalus, así que decidimos en este mismo instante que teniamos que hacer un cambio de planes. Decidimos avanzar unos kilómetros más hasta el siguiente pueblo más cercano: Cortegana, hacer noche allí y modificar sobre la marcha y con una cervecita en mano la ruta del día siguiente. Desde aquí agradecer todos los ánimos que tuvimos via facebook de familia y amigos, ellos siempre confiaron en nosotros.
Aquí os dejo la ruta en WIKILOC y nuestras sensaciones del momento.
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